OTRO DIOS

sábado, 12 de noviembre de 2016


OTRO DIOS
Esdras, escribano,
que por su pluma
da voz
al dios de los hebreos
en el Pentateuco.
Con qué derecho manda a
expropiar a los cananeos
que llegaron primero a
Palestina.
Quién retuerce su mano
de judío usurero y
ladrón.
Quién le dice que amañe
el verbo para criminalizarlos.
Quién paga la sangre derramada
en suelo palestino.
Quién le da derecho a
proclamar a su dios
como el verdadero.
Por qué se ensaña
contra los animales
en hecatombes.
Quién paga sus desafueros.
Que haga justicia
un dios verdadero.

Minificciones

viernes, 11 de noviembre de 2016

MINIFICCIONES
Por J.J. Zuluaga
ENVIDIA
Primero fue Caín contra Abel. Después Jacob suplantó a Esaú y se ganó la bendición de su padre. Después los hermanos de Joseph lo vendieron a mercaderes egipcios como esclavo porque es costumbre entre los hijos de Jehová, la envidia hacia sus hermanos.
USURPADORES
Jacob, el que engañó a su hermano con un plato de lentejas y un pan, sí, el que usó una máscara para pasarse por Esaú y ganar la bendición de su padre. Ese, el que ofreció a sus hijos tierras ajenas, tierras de los cananeos y que arbitrariamente en su agonía
entregó a Joseph el suelo que le rapó a los amorreos a punta de arco y espada. Es que ese es judio y los judios tuvieron el camino por delante porque siempre contaron con la bendición de los demás.

REGRESO

REGRESO
Los israelitas regresaron al Canaán después de vivir varios siglos refugiados en Egipto. Les hablaron a sus pobladores de Jehová y les recordaron que las tierras que ocupaban se las había cedido a sus antepasados. Levantaron en hombros a Moisés y a Aarón quienes dieron fe de lo dicho. Esas palabras fueron un formalismo porque acto seguido mostraron la elocuencia de las armas.
Esas sí son palabra sagrada; palabra de Dios.

CIELOS

Por J.J.Zuluaga
CIELOS
Quiero una vara como la de Moisés
para ahuyentar la ignorancia
para que la gente no confunda
el triunfo con maná que cae del cielo
Para que no le atribuya el éxito o
la derrota a
la buena o mala suerte
Que entienda que
las decisiones erradas
no son obras del destino
Que el amor hay que merecerlo y
no llega caído del cielo
Que los bienes materiales
no llegan por arte de
birlibirloque
Que los príncipes azules
no existen sino en las telenovelas
mexicanas y puertoriqueñas
Que el tiempo
no hay que desperdiciarlo
en programas de Corín Tellado
reinados y
partidos de fútbol —lo que
me enajena a mí.
Para que no le importe
la vida privada de Neymar
Justin Bieber y
Celena Gómez
Para que coja oficio y
entienda que
el horóscopo y
el cielo
no rigen la vida de los hombres.

LA INVISIBILIDAD DE LA CENIZA

viernes, 16 de septiembre de 2016



Por John Jairo Zuluaga Londoño

Joaquín Zapata Pinteño, La invisibilidad de la ceniza, Editorial Domingo Atrasado, 2015. 154 P.
     
     Joaquín es miembro del taller de poesía Anábasis, fundado por el poeta de Artemisa, Cuba, Alberto Rodríguez Tosca (Q.E.P.D) y su libro de poesía es un trabajo de obra blanca, con repujados compartidos por Alberto, a quien le debe en gran parte, los secretos del quehacer poético.
El texto se divide en cuatro partes, la tercera y casi toda la última, dedicada al poema en prosa, donde desarrolla ideas que vuelan más que las palabras. A veces tropieza con su prosa, y se corta su vuelo, pero sale bien librado.
En general muestra la vida que se escapa, las fatigas y el sinsabor del que llega con las manos vacías, teniendo las arcas llenas.
El tiempo es una obsesión en su obra con los mecanismos aplastantes del reloj que todo lo vuelve rutina, ceniza y olvido.
              VIEJO
 Hacerse viejo,
                 gastar en una sola noche
              todas las madrugadas,
    en un solo reloj
                todos los almanaques…
Sus versos son pinceladas que no forman una pintura; los finales no son conclusivos y podría hablarse de construcciones abiertas.
                     UNA SOLA PALABRA
  Sosegado el mar
                               en donde solo la navegación es mía.

                       Una sola palabra interminable.

Es de Elche, Alicante, España y el mar frente a sus narices y en sus recuerdos fundidos en estos poemas. Marino por afición y siempre dueño de algún barco que lo emparente con Ulises que va de isla en isla en busca de aventuras. Esas aventuras que atraviesa en los poemas con zozobra. Ahora en Bogotá, donde lleva más de diez años, planea su viaje en barco para España, de donde regresará a Colombia, la tierra que lo tiene atrapado como Calipso atrapó a Ulises en su isla.
En su texto también viaja con sus náufragos acuestas, su esposa que partió en la barca de Caronte, el recuerdo de su madre y sus otros familiares fallecidos, la infancia perdida en Elche, los hijos ausentes y el que se extravió en el mar y vive en sus recuerdos.
Parafraseando su texto diríamos que: La vida es rosas y zarza; deseo que se vuelve llama y ceniza; e hombre sobrevive a la derrota pegado a un mástil. Quedan pocas  esperanzas porque estamos determinados por un ser que ordena el infortunio;
     HOMBRES ANFIBIOS
     La misteriosa esfera
   ordena las mareas.
            Los insomnios y el sueño
       reclaman su atención.
          La inquietud del paisaje
                                    se abisma en las otras pestañas de la luz,
                               desvaríos en la penumbra de otro ser.

En el último capítulo el autor muestras sus cicatrices, las heridas abiertas, los sueños claudicados y muestra la casa que lo alberga, como un sitio de velación. Vino en busca de otra vida y encontró cenizas. 
Pero la Esperanza que sobrevive en la Caja de Pandora le ofrece su bálsamo. Por fortuna sus consuelos, tal y como se infiere de su obra, son la poesía y como buen español, los toros y los crucifijos que cuelgan en su dormitorio; y el sosiego que le trae el cigarrillo, sus amigos cercanos y su perro Dante, que lo acompaña de manera incondicional.